
La decisión, adoptada a partes iguales por el Museo del Prado y Bancaja -entidad patrocinadora de la exposición-, se suma a la adoptada en su momento por Turismo Madrid, que amplió el horario de apertura hasta las diez de la noche, de martes a sábado, para facilitar la visita a la ambiciosa retrospectiva.


Tras su estancia en Madrid -donde se inauguró el pasado 26 de mayo-, la exposición pondrá rumbo a Valencia, tierra natal de Sorolla y última oportunidad para ver en España obras maestras como Triste herencia, La vuelta de la pesca, Cosiendo la vela o Sol de tarde.

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